Noticia número: 2
Madrid
multará a clientes de prostitutas,
‘cundas’ y acampadas como el 15-M
El
Ayuntamiento ultima una ordenanza de convivencia de hasta 750 € para acabar con
los usos poco respetuosos o conflictivos en la calle. El objetivo de Botella es
regular acampadas, ‘gorrillas’ y ‘lateros’.
La
mendicidad, la prostitución en la calle, así como hacer malabares, ofrecer
pañuelos en un semáforo, dormir en un banco, alimentar a perro en la calle,
escupir o tirar papeles al suelo y acampar en la Puerta de Sol o en cualquier
otro espacio público estará prohibido en la capital. Las sanciones se elevarán
a 1.500 € por comportamientos xenófobos, sexistas u homófonos; ofrecerse a
limpiar el parabrisas en un semáforo, el uso temerario de patines, defecar u
orinar en la calle, entre otras conductas. Finalmente, sumarán 3.000 € aquellas
actuaciones discriminatorias a discapacitados o ancianos o las ‘cundas’ o
incluso colocar macetas en los alféizares de las ventanas sin protección.
Para
concluir, el Ayuntamiento de Madrid niega el interés recaudatorio y no
aumentará el número de agentes de policía.
Opinión
personal:
Esta
noticia me ha parecido de gran interés porque afecta a todos los ciudadanos y
también porque me hace pensar qué tipos de intereses se esconden bajo estas propuestas
de ‘civilización’.
El
gobierno de Madrid anuncia que es un borrador para mejorar las relaciones entre la gente de nuestra
ciudad; sin embargo, no les importa y no nos escuchan cuando salimos a la calle
a defender nuestros derechos, cuando pedimos una educación gratuita y de la
calidad; cuando pedimos que no jueguen con nuestra salud, ni por supuesto
cuando nos defendemos de antidisturbios agresivos que dan miedo. Quizás por
ello, pienso que estas ‘reformas’ son algo contradictorias con su ideología y
sus actos. Por otro lado, parece ser que no conocen la realidad de las calles
de Madrid, quieren multar a individuos
que por obligación viven en ellas, es algo burdo pensar que quien no pueda
pagarse una casa y ha llegado a la máxima necesidad, pueda pagar semejantes multas.
Cuando
citan que no hay ninguna intención de lucro y multan los comportamientos
homófobos (es una medida necesaria y de humanidad) se contradicen y demuestran
que detrás hay un interés recaudatorio, sin más miramientos; nuestra alcaldesa
compareció ante la prensa justificando la abolición del matrimonio homosexual
(actitud homófoba, de poco respeto y de poco ‘desarrollo’) con un discurso
infantil y sin coherencia.
Bajo
mi punto de vista, no se puede regular la conducta de los ciudadanos
coaccionando sus derechos y sin ninguna medida alternativa para solucionar los
problemas a las personas más necesitadas.
Por
otro lado, se han englobado demasiados temas distintos que necesitarían una
discusión más individual; por ejemplo, no es lo mismo arrojar suciedad a
las calles por incívico, que vivir en ellas porque no se tenga otro sitio donde
estar; para mí, es mucho más reprochable lo primero; o no es lo mismo vender
pañuelos en un semáforo para comer, que usarlo de tapadera para robar.
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