sábado, 18 de enero de 2014

'Condenadme, no importa 

LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ'



http://www.youtube.com/watch?v=2CdVNmBdP8c

'Un sobreviviente socialista en un mundo capitalista. Para algunos es un demonio, para otros un símbolo de resistencia y justicia social'.

jueves, 9 de enero de 2014

La voz dormida

Cuando La voz Dormida cayó en mis manos, sabía lo que iba a leer, conocía el sufrimiento de las mujeres durante la posguerra española y por supuesto sabía de su heroicidad, sin embargo lo que nos sabía era cuánto me iba a marcar esta novela y lo que iba a significar para mí. Este libro representa nuestra historia, tanto la de las mujeres como la de los hombres. Es una novela imprescindible tanto para entender una guerra, una lucha y una dedicación, como para nuestro propio conocimiento e idea de nosotros mismos. Un relato de valentía y sacrificio, y por mi parte de orgullo, porque en ellas veo a mis familiares, a mi bisabuelo fusilado, a mi abuela, porque aún no sabe donde está su padre, a todos ellos que lucharon por una justicia que nunca ha llegado.
La voz dormida es el relato real de un grupo de mujeres encarceladas en la prisión madrileña de Ventas. Relegadas a un ámbito doméstico, estas mujeres tomaron las riendas de su vida por la igualdad y la justicia. Hortensia, Reme, Tomasa y Elvira son las cuatro mujeres que coinciden en esta cárcel. Ellas, nos cuentan su día a día en la cárcel, sus historias, sus pensamientos, sus ilusiones, nos hablan de sus familias y cómo llegaron hasta la cárcel. Hortensia, una miliciana embarazada espera su ejecución hasta que de a luz, el único hilo que tiene con el exterior es su hermana Pepita, que aunque joven y achantada, supera su miedo y llega a ser una gran persona, valiente y con valor.
Es una obra que impresiona su descripción y su capacidad de emocionar y conmover a al lector, la descripción de las torturas y barbaridades de los franquistas, desconocidas para la mayoría, quedan grabadas en la mente para siempre; arrojaban a los comunistas a las profundidades de las minas, mientras morían aplastados unos encima de otros, con el dolor de todos los huesos rotos, o como tirar a una familia entera desde lo alto de un puente, para luego dispararlos sin ningún tipo de sensibilidad. Esta novela dura, nostálgica, triste y desgarradora también nos deja  momentos de emoción e incluso de ánimo, como el momento en el que se niegan a cantar el himno franquista y con el puño en alto y la voz bien fuerte empiezan a entonar La Internacional, entre otros momentos de desafiar a las carceleras sin compasión.
Es una novela que no termina después de leerla, se quedan marcadas las imágenes de Hortensia, Elvira y las demás de una manera que acaban formando parte del lector para siempre. Quizás, este tipo de libros u otras obras a cerca de nuestra Guerra Civil y su posguerra, son tan duras porque nunca se ha hablado de estos crímenes; aún tenemos miles de muertos en las cunetas y familias enteras que no saben dónde están sus antepasados, historias que no han sido juzgadas, criminales que han muerto plácidamente en sus camas mientras muchos aún no encuentran su reposo. El franquismo no ha sido sentenciado, ni juzgado, todas las heridas están abiertas, se han querido tapar mientras todavía supuraban. Dulce Chacón, autora de la novela dedica su libro 'a los que se vieron obligados a guardar silencio', pero añado 'a los que hoy todavía nos vemos obligados a guardar silencio'.

* La fotografía es una miliciana de la columna Uribarri con un niño en brazos.

miércoles, 8 de enero de 2014

PAUL SWEEZY. 
Teoría del desarrollo capitalista

Resumen de los capítulos: I, II, III, IV, V, VI y VIII.

Capítulo I. El método de Marx.
Marx da otra visión para poder comprender los problemas económicos. Sus principales contribuciones a la economía política son de carácter metodológico. El método de la abstracción consiste en resaltar lo esencial y hacer posible su análisis. El propósito de la misma no consiste en alejarse del mundo real, sino aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva. Sweezy, sin embargo, ve un problema en que la abstracción no puede ser objetiva y por lo tanto es incapaz de dar conocimiento.
El método de Marx es sobretodo histórico; los individuos, así como los sistemas sociales recorren un ciclo de vida, cuyo producto de cambio es producto de la acción humana. Como anunciaba Marx, ‘los hombres hacen su historia en circunstancias ya existentes, dadas y transmitidas del pasado’. Mientras que Marx afirma que el modo de producción y sus movimientos son la clave del cambio social y que la relación entre capital y trabajo es lo principal para la producción; Sweezy lo ve como una relación de cambio: el obrero recibe dinero por su fuerza de trabajo y el capitalista compra la fuerza de trabajo del obrero.

Capítulo II. El problema del valor cualitativo
Mercancía es todo lo que se produce para el cambio. El valor se genera a través de unas relaciones de producción (es creado por la sociedad) y el precio es la manifestación del mercado; estos deberían ser similares a largo plazo, sin embargo en la práctica no ocurre eso. Toda mercancía posee una doble cara: valor de uso y valor de cambio. El primero, cualitativo, es el de la mercancía, es subjetivo porque somos nosotros quienes le ponemos el valor y el segundo aparece como relación cuantitativa entre las cosas, este se aplica en el intercambio de mercancías.
La fuente de valor es el ser humano.

Capítulo III. El problema del valor cuantitativo
El papel del trabajo es fundamental en cualquier organización, además de que este se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la misma. No debe tenerse en cuentas más trabajo que el necesario, así el trabajo más calificado debe producir mayor valor que uno inferior. Por lo tanto, la relación entre el valor y el precio de la producción es que el precio es la expresión monetaria de este, el ‘precio de producción’ es una modificación de los valores.
Sin embargo, aunque en los monopolios se pueda seguir comparando mercancías, el valor cuantitativo se ve perturbado.

Capítulo IV. Plusvalía y Capitalismo
En el capitalismo, unos cuantos individuos tienen la propiedad de los medios de producción mientras que otros realizan el trabajo; de manera, que la fórmula de este sistema acaba siendo D-M-D’, en el que se incrementa el valor de D; es decir el capitalista desembolsa una cantidad de dinero a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción si va a ganar una mayor cantidad de dinero, este incremento del dinero, Marx lo llamó plusvalía, es ‘el fin directo y el incentivo determinante de la producción’.
Como la fuerza de trabajo para un capitalista es una mercancía más, su valor es el de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento del trabajador, de aquí deducimos que la fuente del trabajo es la fuente de la plusvalía.

Capítulo V. Acumulación y ejército de reserva.
Explica la  Reproducción simple como un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas proporciones entre sus diversas partes. Para ello, es necesario que los capitalistas repongan el capital gastado y empleen su plusvalía en el consumo, así como que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Con esto se garantizaría la inmutabilidad de las escalas sociales del sistema. Esta definición es utópica, debido a que el fin de un capitalista es la acumulación de capital.
Una consecuencia es el valor de la fuerza de trabajo al considerar, erróneamente como una mercancía común. El trabajo tiene el precio natural y el precio del mercado, el preocupante es el último, porque está ligado a la oferta y la demanda. Esto es explicado con la teoría del ejército de reserva del trabajo; este se nutre de aquellos trabajadores que han sido sustituidos por maquinaria, debido al deseo de los capitalistas de recortar costes para aumentar su capital. Aquí es donde Marx hace una aportación al considerar las crisis y depresiones como un mecanismo capitalista para aumentar este ejército de reserva.

Capítulo VI. Tendencia descendente de la tasa de ganancia.
El avance del proceso de acumulación capitalista permite la mecanización de los medios de producción, es decir, aumenta la productividad y la composición orgánica del capital, con esto, Marx, anuncia la relación decreciente entre la tasa de ganancia y la composición orgánica del capital:
g=p’ (1-o)
Esta ley, fija una tendencia que se ve influida por una serie de causas contrarrestantes: a) abaratamiento de los elementos del capital constante, b) aumento de la intensidad de explotación, c) depresión de los salarios por debajo de su valor, d) sobre-explotación relativa y e) comercio exterior.
La crítica a dicha ley es: 1. El supuesto de una plusvalía constante, la suposición de que la composición orgánica del capital es el punto de partida para deducir la trayectoria de la tasa de ganancia

Capítulo VIII. La naturaleza de las crisis capitalistas
Las crisis están integradas al sistema capitalista. Las crisis resultan de la interrupción en el proceso de circulación de mercancías físicas o de dinero, esto se puede producir debido a situaciones espontáneas como una guerra o una catástrofe natural. En los sistemas de producción simple de mercancías es difícil que se pueda producir una crisis debido a su carácter fluido y continuo.

Hay dos tipos de crisis en consecuencia de: 1. que las mercancías se vendan y compren a su precio de equilibrio y conlleva a una depresión de la tasa de ganancia y 2. Hay una sobreproducción y un descenso del precio del mercado por lo tanto se acaba con el precio de equilibrio y disminuye la tasa de ganancia.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL NOMBRE DE LA ROSA.

Todos tenemos un libro especial, muchas veces no sabemos por qué, si es por la persona que nos lo recomendó, dónde lo compramos, quién nos lo regaló o simplemente porque hace sentirnos diferentes después de leerlo. Para mí, sin duda es El Nombre de la Rosa, una novela histórica de misterio y filosofía con un gran significado escrita por el gran Umberto Eco, escritor y filósofo, especializado en la semiótica.
Nuestra historia transcurre en una abadía benedictina del siglo XVI famosa por su espectacular biblioteca con estrictas normas de acceso, restringida a cualquier visitante o lector menos al bibliotecario y abad, en ella, transcurre una sucesión de extraños asesinatos; para investigarlos, el abad de la misma, llama a Guillermo de Baskerville, un monje franciscano inglés conocido por su perspicacia e inteligencia y a su discípulo Adso de Melk, voz narradora de la obra.
La tarea principal de la abadía era la copia de manuscritos, sin embargo, se transcribían aquellos que las altas esferas de la abadía y cristiandad permitían, así, el acceso  a la biblioteca permitía nuevos conocimientos a los monjes y alejarse de los ‘correctos caminos de Dios’, ya que esta contenía libros de los grandes filósofos y en ellos ‘su herejía’. A fin de cuentas, los libros siempre han sido el mayor de los peligros para controlar al pueblo, han sido quemados, prohibidos y asesinado a sus autores; ellos transmiten mensajes directos y ocultos, hacen pensar, y esto siempre ha sido un impedimento para los iletrados del poder. En el nombre de la rosa, el libro pecaminoso y diabólico es La Poética de Aristóteles*, El Filósofo, que hacía referencia a la comedia y a la poesía yámbica, afirmando que la Risa es necesaria en la vida del ser humano y una de las fuentes principales del conocimiento, la verdad y posibilidad de cuestionar los absolutos, siendo para los benedictinos, la risa, una fuente de distracción del buen camino; por lo que el libro crea un gran enfrentamiento ideológico provocando la muerte e incluso la destrucción de todo lo conocido.
Finalmente, el autor hace una aclaración a cerca del título de la novela, la rosa y su figura simbólica representan muchas acepciones y significados, tantos, que esa sobrecarga crea un vacío de contenido y de propio significado: ‘De la rosa nos queda únicamente el nombre’

*La Poética de Aristóteles se perdió aparentemente durante la Edad Media.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿DESARROLLO?





¿En qué mundo vivimos? Diferenciamos hasta cuatro tipos de ‘mundos’ tras la categoría de países desarrollados y subdesarrollados. Nos encontramos ante una sociedad teóricamente ‘globalizada’; ese término desvirtuado que pretende el bienestar de unos y la muerte de otros, o estás dentro o estás fuera, o eres patrón o eres obrero, o eres opresor o eres oprimido. Nos han explicado ‘la globalización’ como el proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo; es sin duda, el progreso, el desarrollo; sin embargo, ¿cuál es la otra cara de esta aparente mejora global? Una economía criminal creada por occidente, para enriquecerse a costa de los ‘países subdesarrollados’ y las clases medias-bajas. Ese proceso global cultural y económico no es más que la imposición de un reducido sector de la población mundial, para hacerse con el poder y control absolutos. Este fin, infiltrado en la religión, cultura y costumbres de esos países que con suerte sí son desarrollados, provoca la aceptación de una soñolienta población. Miramos para otro lado lo que a escasos kilómetros ocurre: explotación infantil, esclavitud, niños soldados, mujeres objeto que son forzadas sexualmente, cada ocho segundos muere una persona de hambre, desnutrición infantil, falta de recursos,… Compramos objetos hechos a manos explotadas y con la mente fría olvidamos o tan si quiera pensamos las condiciones laborales que sufren seres humanos cada día, desde que sale el sol hasta que se esconde.
Los rasgos de una sociedad que nos avoca el capitalismo son la desigualdad y la exclusión. Nos hacen débiles, pequeños, nos aterrorizan con sus despidos y sus hipotecas; nos hacen creer que esos señores que vienen de fuera nos van a quitar el pan de la boca, ¡nos quitan el trabajo! Cada cual mira por sí mismo, nos preocupamos de vivir al día sin tener en cuenta a los demás. Hemos pasado de una globalización a una individualización que aterra. Es una paradoja hablar de subdesarrollo y desarrollo. ¿Qué es el desarrollo? ¿Tener coches nuevos, aparentar más que el vecino, comprarme el móvil última generación? ¿Dónde ha quedado el prestigio de los estudiosos, de los humanistas, sociólogos, catedráticos, filósofos si ahora solo se aplaude al tecnócrata y a la segunda fortuna del mundo por donar una milésima parte de su patrimonio declarado a cáritas? Ya no se valora a las grandes mentes, a las artes, ni al ser humano. Olvidamos la historia mientras siguen supurando las heridas. No queremos saber, queremos ser.
Esto es lo que ofrece la globalización, miseria, ausencia de valores; ni cumplimos con nuestros deberes ni procuramos nuestros derechos. Somos fichas de ajedrez en un juego de poder, competimos contra nuestros iguales a favor de un dios o un magnate, en vez de luchar todos contra él. Es necesario vivir en armonía porque mientras unos mueren de hambre, otros derrochan dinero y tiempo en cosas sin sentido.
Para ello debe haber un cambio de base, hay que cuestionar las formas de pensamiento y sobretodo la educación. No referida a saber hacer ecuaciones o qué autores pertenecen a la generación del 27. Educación, referida a enseñar a pensar y a crear personas. Tomar conciencia de qué somos y cómo nos comportamos; usar la razón, que es la que nos diferencia del resto de animales, pero también, saber acompañarla de la moral y la ética  y aprender a interpretar nuestros sentimientos.
Los seres humanos no somos de plomo: pensamos y sentimos, y debemos mantenernos en un constante equilibrio. Estos elementos son influidos por la socialización y la naturalización de nuestras culturas y costumbres. Sabemos, que desde la primera toma de contacto con nuestra sociedad, el individuo va formando su carácter y personalidad; y a partir de aquí, la conducta que va adquiriendo él mismo, es la causa del funcionamiento tanto de la sociedad como de la cultura, y está regulada por las necesidades del individuo. Las necesidades primarias o fisiológicas son aquellas indispensables para vivir y las secundarias o psíquicas, aunque no son indispensables son más valoradas por nosotros. La causa de que tomemos prioridad por las necesidades secundarias se debe a que éstas, son las que buscan las respuestas emotivas de los demás y son instintivas e innatas; por el contrario, las necesidades psíquicas son necesidades a largo plazo, ya que son satisfacciones futuras que no están aseguradas, y buscan experimentar nuevas experiencias que agraden y satisfagan. Es esta interacción entre la sociedad y el individuo la que origina las conductas humanas, ya que, los individuos se afilian a unas determinadas costumbres por deseo de aprobación como por temor al castigo. Por este motivo, es importante tener en cuenta el medio en el que la persona ha crecido, debido a que su contexto marcará su personalidad.
El individuo es el pilar de la sociedad y cultura general, pero por esta misma razón, la estructura y valores que permanezcan en ella son esenciales para el desarrollo de todos los seres humanos, sus conductas y la capacidad de empatía que tengan. Depende directamente de la estructura, la realización del hombre. Los propios individuos tienen que cuidar con mimo los valores que se quieren inculcar a los miembros más pequeños, debido a que estos traspasarán los valores aprendidos a los nuevos integrantes.
Tenemos que tener en cuenta que las sociedades no son entes sin normas; debe existir una organización, esta hace que la sociedad perdure en el tiempo y le da estructura, organización y cohesión; por lo tanto, se acaba transformando en un organismo. Un organismo que no funciona si falta alguna de las partes, pues funciona como un conjunto, como un todo. El destino de cada persona se encuentra ligado al grupo al que pertenece, la socialización se impone como necesaria para la supervivencia; por lo tanto, deberá cumplir con sus deberes dentro de la sociedad, y la sociedad deberá brindarle sus derechos. Es una relación de reciprocidad.
Para que una sociedad pueda tener éxito, entendido éste como una constante cohesión entre los individuos y armonía entre ellos, debe mantener los derechos esenciales de sus miembros por el simple hecho de ser hombres. Uno de estos derechos fundamentales es la libertad. Es un término complejo, porque la libertad no significa hacer lo que a cada cual le apetezca en un momento determinado; la libertad es la capacidad que tenga un individuo de elegir y de no verse oprimido por nadie, siempre y cuando haya cumplido con todos sus deberes. Una sociedad debe basarse en la libertad, como oportunidad de las personas para vivir la vida que deseen, y no en la economía.
Tras una larga reflexión he llegado a la conclusión que el mundo actual ha tenido un problema de confundir términos y de confundir la libertad con el libertinaje. Mientras unos tenían un exceso de libertinaje, otros no podían elegir ni qué comer. Existe una inconexión desorbitada de los conceptos con la forma de llevarlos a cabo. Cuestión en la que el etnocentrismo de occidente ha jugado un importante papel.
Marx, ya afirmó que la estructura económica constituye la base real en la cual se eleva la superestructura jurídica, política y social. Es por ello por lo que el modo de producción condiciona el proceso de vida social. Podemos verlo con el sistema de la Economía burguesa, el capitalismo. El hombre logra su plenitud con el trabajo, se realiza como ser humano, es un fin en sí mismo; sin embargo, con este sistema el trabajador se convierte en un medio, en una mercancía más del proceso de producción. Pero, además de ser una pieza más, la clase trabajadora es el sostén del capitalismo, los patronos se apoyan en ella para llevar adelante sus objetivos, es su seguridad; pero da un cambio en la moneda y delante del trabajador se transforma en una necesidad para ese mismo trabajador.
Marx y Engels anunciaron la necesaria  liberación y  establecimiento de la dictadura del proletariado. El trabajador es el pilar de cualquier sistema económico y tiene la capacidad tanto de mantenerlo como de derribarlo mediante una Revolución Social.
Dignificaron el papel de la clase obrera, dándoles prioridad y convirtiéndola en el sector primordial para una sociedad. Sin obreros no hay estructura, no hay sistema, no hay mercancías, no hay ricos. Por eso hacen un llamamiento a la libertad, a la igualdad y a la dignificación del ser humano. Todo esto se consigue con la unidad, la famosa cita de El Manifiesto Comunista, ‘proletarios del mundo uníos’. Sin embargo las altas esferas han procurado separar a los países y a las personas, porque juntas somos fuertes; pero nos han deshumanizado, hay una extinción de la conciencia humana y del hombre de razón. Este sistema convierte en máquinas a todas las esferas de la sociedad, ya nadie vive, unos lo hacen para sobrevivir y otros para enriquecerse más, hay conformistas e inconformados. Nos encontramos en una situación de lucha de clases extrema que hemos naturalizado y normalizado. ‘Hay lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y estamos ganando’ esta cita del propio Warren Buffet, el hombre más rico del planeta, afirma tal situación y que Marx estaba en lo cierto.
Tales individuos han perdido la humanidad, por su crueldad; el problema es que ya nadie es humano, por permitir la propia esclavización y perder la dignidad. Sin dignidad, ¿en qué nos convertimos?
Del ser humano nos queda solo el nombre.*


 

*Hago referencia al libro del nombre de la rosa, en el que el ser humano queda vacío de todo significado.

sábado, 9 de noviembre de 2013

LIBERTARIAS 

Un poco de historia…
Durante el siglo XIX y principios del XX, el feminismo español tuvo menos envergadura que en los países desarrollados europeos. La subordinación de la mujer era justificada basándose en la función reproductora, que convertía a las mujeres en un ser pasivo e inferior. En resumen, un mero complemento del hombre, o ‘ser inteligente’.  Pese al retraso del movimiento feminista español, diversas mujeres iniciaron la defensa de la igualdad femenina, tanto desde la derecha como desde la izquierda.
A partir de 1914 las mujeres españolas se incorporaron de forma masiva al trabajo remunerado (puesto que el no remunerado fue llevado por ellas solas desde tiempos inmemorables). Después, una vez comenzados los años 20, el feminismo español comenzó a añadir demandas políticas a las reivindicaciones sociales. En 1918, en Madrid se crea la Asociación Nacional de Mujeres Españolas. Sus dirigentes María Espinosa, Clara Campoamor y Victoria Kent planteaban ya claramente la demanda del sufragio femenino

 Clara Campoamor

La segunda República y las Mujeres: pocos años, grandes avances.
El sufragio femenino fue otorgado en el marco de las reformas introducidas en la legislación de la Segunda República Española. Además del voto, la Constitución del 9 de diciembre de carácter progresista, establecía: la igualdad judicial con el hombre; el derecho a ser elegidas para un cargo público; el reconocimiento del matrimonio civil y la igualdad de los cónyugues; entre otras muchísimas reformas que otorgaba a las mujeres su sitio legítimo en el mundo.

Dolores Ibárruri ‘PASIONARIA’
Esta mujer de clase obrera, como otras tantas, veía morir a sus hijos en la miseria, trabajaba duramente… y sin embargo, se afilió al Partido Comunista de España, y permaneció políticamente activa.
Mediante la Unión de Mujeres Antifascistas desempeñó un papel muy importante en la lucha contra los efectos de la brutal represión que siguió a la revuelta de los mineros en Asturias en 1934. Estas mujeres participaron en la llamada ‘revolución de octubre’, integrando comités o incluso empuñando las armas, llegando a convertirse en todo un símbolo.
En 1936 nació la revista ‘Mujeres’ dirigida por ella y redactada por mujeres de distintos países.

 Dolores Ibárruri


La Guerra Civil
Al principio, la guerra no paralizó los progresos culturales y legislativos, las mujeres se incorporaron a la industria de la guerra y la Ministra de Salud, Federica Montseny, consigue que se legalice el aborto.
La historia de las milicianas, que lucharon por la libertad y la justicia, es también digna de mención, en general obreras, muchas muertas en combate.
En el verano de 1936, las mujeres participaron en las milicias igual que los hombres, pero ya en otoño, fueron enviadas a la retaguardia. La ‘Unión de Muchachas’ defendió Madrid durante los tres años de sitio

Las Trece Rosas
-‘¡Pobrecita mi madre!’ Victoria lloraba. Y lo hacía con una cadencia nerviosa, sin aspavientos, más preocupada por los suyos que por ella misma. -¡Mi pobre madre!, primero Juan, y ahora Goyito y yo.’
La voz de Anita sonó firme, pero no a reproche. –‘Por favor, Victoria, se valiente’. Y Victoria Muñoz García, que así se llamaba, dejó de llorar. Y fue la última vez que lloró, pues fue fusilada junto a sus doce compañeras, siete de ellas menores de edad, en la madrugada del 5 de agosto de 1939 contra la tapia del cementerio este de Madrid. Su delito: ser ROJAS

Aba López Gallego
Victoria Muñoz García
Martina Barroso García
Virtudes González García 
Luisa Rodríguez de la Fuente
Julia Conesa Conesa
Elena Gil Olaya
Dionisia Manzanero Sala
Joaquina López Laffite
Carmen Barrero Aguado
Pilar Bueno Ibáñez
Blanca Brisac Vázquez
Adelina García Casillas


 Homenaje a las trece rosas en el cementerio civil de la 
    Almudena

 Las trece rosas

Acaba la guerra: Franquismo y pérdida de derechos
A partir de 1939 muchas mujeres fueron exiliadas o a resignarse en su país a sufrir toda una serie de humillaciones, censuras y arbitrariedades por su apoyo a la causa republicana, entre ellas,  La Pasionaria que se exilió en Moscú, donde se convirtió Secretaria General del PCE y en 1960 presidenta del partido.
Con el régimen instaurado tras la guerra por los responsables del golpe fascista y genocida del 36, las mujeres retrocedieron más de medio siglo en sus condiciones de vida y en sus derechos. Se prohibieron todas sus conquistas: el derecho al aborto, el divorcio, los matrimonios civiles,… Se prohibió la coeducación, se establecieron penas para el aborto y el adulterio femenino. En definitiva, se restablecía el concepto y el papel tradicional de la mujer.
Las mujeres habían conseguido lograr igualdad con el hombre en muchos terrenos, algo que el franquismo les haría pagar muy caro, convirtiéndolas en blanco preferente de la represión. Por ello, las mujeres que lucharon por la defensa de la República, se les aplicó una opresión muy cruel. Lo primero que hicieron fue abolir todas las leyes que las equiparaban con los hombres y promulgaron leyes que las equiparaban con los menores de edad y con los incapacitados mentales.
El 28 de marzo de 1939 se encargó a la sección femenina la formación político-social de las mujeres españolas: durante seis meses debían cumplir con la patria, cuyo objetivo era mantener cierto control ideológico sobre la población femenina.
El 6 de noviembre de 1941 se constituye el patronato de protección a la mujer, en el que desarrolla un papel importante la Iglesia, y en el que se regula el trabajo femenino y ‘libera’ a la mujer casada del taller y la fábrica.
Y todo esto le sucedía a las que estaban ¿libres?

Una mujer
Habían matado a su compañero y a ella rapado el pelo a cero y obligado a tragar aceite de ricino mediante el procedimiento de meterle un embudo en la boca, en el que volcaban media garrafa; muchas morían ahogadas en su propio vómito; después la unieron a otras obligadas por la guardia civil a caminar de pueblo en pueblo, para exponerlas en las plazas para aniquilarlas moral y físicamente. Su propia madre estaba entre los espectadores obligada a ver el espectáculo con la impotencia y el desgarro en el alma. ¿Y todo por         qué? En el caso de nuestra protagonista por haber pertenecido a socorro rojo durante la II República.
Consiguió sobrevivir a la ‘excursión’ y la llevaron a la cárcel, donde sufrió todo tipo de vejaciones, su delgadez llegó a ser tal que tenía la última vértebra al descubierto, por lo que solo podía sentarse de lado.
Sin embargo a pesar de aquellas terribles condiciones, las presas fueron capaces de crear cadenas de solidaridad para ayudar a las más necesitadas, de desarrollas actividades recreativas y culturales y organizar huelgas de hambre y plantes. Las más preparadas daban clases de alfabetización, matemáticas e historia; sin libros ni material alguno. Llegaron a editar publicaciones y crearon bibliotecas, incluso compusieron canciones que cantaban con voz queda en el patio para no perder la moral y afrontaban la pena de muerte con dignidad y valor. Celebraban el 1º de mayo y el 14 de abril.


 Grupo de mujeres en la cárcel de Ventas



Tímidas reformas
El Estado, a remolque de los tiempos, promulga la ley de Derechos Políticos, Profesionales y de Trabajo de la mujer el 15 de julio de 1961. Sin embargo, la ley seguía vetando el ejercicio de las carreras de armas, judicatura, magistratura o fiscalía.
En el periodo de 1960 a 1975 surgieron los primeros indicadores de un cambio en la mentalidad de las españolas. Surge el feminismo desde dos posicionamientos diferentes: dentro de movimientos antifascistas, liderados por grupos políticos en la clandestinidad, y en el seno de diferentes grupos católicos. Nacieron dos grupos feministas SESM (Seminario de Estudios Sociológicos de la Mujer y MDM (Movimiento democrático de las mujeres). En noviembre de 1971, en torno a la abogada María Telo, surgió la Asociación de Mujeres Juristas, que influyeron de forma decisiva a las reformas en el código civil, penal y en la legislación laboral. A estos cambios vino a sumarse la apertura en Europa.

Transición y democracia
Durante la transición regresaron a España algunas de las mujeres que vivieron en el exilio entre ellas, Dolores Ibárruri, que lo hizo en 1977 y en las primeras elecciones democráticas de ese año fue elegida diputada por Asturias.
Después de muchos años, el primer gobierno en equiparar los cargos ministeriales en hombre y mujeres fue el de José Luis Rodríguez Zapatero.



Con este escrito, quiero rendir un homenaje a todas estas y otras luchadoras, porque ELLAS nos enseñaron con su ejemplo a seguir adelante, y también a luchar por nuestra propia dignidad personal; a fin de cuentas lucharon y murieron para que heredásemos un mundo más libre, más digno y más igualitario. 


 Mujer bonita, es la que lucha


Ahora, los puestos de trabajo también se sortean.
Dos empresarios catalanes hacen una rifa navideña  algo innovadora e insólita; los premios son tres años de hipoteca o alquiler, tres años de gastos de alimentación, dos años de estudio, un coche y una moto, además de una amplia oferta de productos electrónicos hasta un valor de 110.000 euros, empero, aún hay más, sortean un puesto de trabajo con un contrato indefinido. Para participar hay que comprar un boleto con un coste de 5 euros.
Esta empresa catalana actualmente es la que se encuentra más en expansión, los empresarios han invertido 150.000 euros y para que la rifa les salga rentable deben vender 70.000 de los 100.000 boletos que sortean.
Es una iniciativa que frivoliza los puestos de trabajo y se aprovechan de nuestra desesperación para ganar dinero. Hemos llegado a un punto en el que vivimos para trabajar, con la excusa de la crisis económica se han negado los derechos a los trabajadores, hay que aceptar cualquier puesto de trabajo en unas condiciones cada vez peores y por un mísero sueldo, que te aleja de tu familia y de tu vida. El problema de esta iniciativa del sorteo de puestos de trabajo, es que nos anula aún más nuestra dignidad; un trabajo debe servir para realizarnos como personas y no como meros objetos de la cadena de producción en el mercado laboral; esta concepción por desgracia, la hemos naturalizado en las sociedades modernas como un simple nombre, sin embargo, tiene muchas acepciones detrás. Con esto quiero decir, que hay que indagar en cualquier noticia o asunto, no nos podemos quedar en la superficie como hace el capitalismo, crea unos países desarrollados donde ‘el progreso’ se ve a la luz del día, pero que debajo hay un mundo de miseria, explotación prostitución y condiciones infrahumanas.

Una persona, sea de donde sea, pues para eso somos ciudadanos del mundo principalmente tiene que tener dignidad, porque si es digno, tiene un techo, sus condiciones básicas cubiertas y un trabajo que le engrandece; y para que esto suceda en cualquier rincón de la Tierra es necesario que haya igualdad entre todas las personas.